Thalia, un ángel de tres patas

Thalia, un ángel de tres patas, cuenta la historia de cómo Helen, ahora llamada Thalia, fue conociendo uno a uno a todos los que serían sus hermanos.

Por el camino fue encontrando a la que sería su familia provisional mientras llegaba el día en el que encontrará a aquella que sería la definitiva. Una historia que, aunque sea fantasía en su mayor parte, Thalia es la pura realidad. Thalia es una galguita con tan solo siete meses, es un ángel al que dejaron atada a las vías del tren con una única intención: cortarle sus alas antes de tiempo.

Pero no fue así. La realidad es que ella se salvó y, aunque al pasar el tren le cortara una pata y el rabo, gracias a la vida y a las personas que la encontraron, Thalia llegó a la Asociación Protectora de Animales “Siempre fiel” en Salamanca, donde se harían cargo de ella. Fue operada, y tras perder una de sus patas y el rabo, hoy puede seguir viviendo ese sueño, encontrar una familia que la quiera tal y como es.

Al poco tiempo, la mirada de Thalia tocó el corazón de la que hoy sería su familia y decidieron que si la vida la ponía en el camino de ellos, sería por algo. Así que no se lo pensaron más, y decidieron que su tren hiciera la última parada en Granada, donde encontraría su hogar definitivo.
Lo único que su familia le dijo al ver a la pequeña y triste galga fue: Bienvenida a la vida, Thalia.