La magia de los galguiduendes

Os preguntareis qué y quién me ha inspirado en plasmar todo esto que con tanto cariño comparto con vosotros. Pues sí han sido ellos, cariñosamente mis caralápiz, unos galgos que lograron escapar de una vida llena sólo de tristeza, y donde solamente estaban muertos en vida.
Una vida que cambia gracias a una de tantas asociaciones que luchan por darles una vida mejor, a los que logran poder rescatar.

En este caso Black Galgo, donde adopté a dos preciosidades, Hermes y Queca; el primero un príncipe negro y con gran dificultad para su adopción simplemente por el color de su pelo; y la segunda muy traumatizada y atormentada por el maltrato recibido a manos de su anterior dueño. Tanto ella como otra galga llamada Moira (finalmente adoptada), en una semana fueron devueltas por no haber perdido ese miedo que llevaban consigo. Os digo esto, porque hay que tener un poquito de paciencia cuando llega a tu vida un animal que ha sufrido tanto. “PACIENCIA” Ellos no piden nada más que una oportunidad para olvidar.

Más tarde adopté a Líam, un galgo hermoso rescatado por Galgos del Sol, y al que tuvieron que amputar una pata, fruto del abandono y como consecuencia de estar vagando mucho tiempo sin comida y sin atención a sus heridas. Después llegó a nuestras vidas Oreo, un pequeño y triste galgo que había sido despreciado por su dueño, viviendo en no buenas condiciones. Ahora es un galgo feliz y lleno de vida. He querido escribir esto para concienciar sobre el abandono y el maltrato, y porque adoptando, regalas esa segunda oportunidad que todo animal busca.

Muchos escapan del infierno de vida al que son sometidos, logrando así no dormir ese sueño eterno al que son obligados, arrancándoles la vida de un plumazo. Ofrecedles una caricia, que sepan y vean que no todas las manos golpean, maltratan o matan. Que somos muchos los que luchamos porque los derechos de los animales y las leyes que los protejan un día cercano vean la luz. Y que gracias a gente como vosotros que adoptáis se consiga que el maltrato animal desaparezca y se reconozcan esos derechos. Solamente espero que su futuro se escriba con letras de esperanza. Cambiar su futuro está en nuestras manos.

Si no te gusta un animal, no lo dañes, deja que tenga esa oportunidad de empezar una nueva vida, no apagues su mirada antes de tiempo. Bastante desgracia tienen ya estando solos en las calles, pasando miedo, frío, hambre y soledad y como compañía tan sólo la de ese amigo fiel que siempre los acompaña, el terror que va pegados a ellos, su fiel y leal compañero. Darles esa nueva oportunidad de ver cambiadas sus miradas es lo que me ha llevado a hacer esto por ellos, y espero que todos aquellos que andan en la misma situación en la que se encontraban los míos, consigan un día apearse en esa última parada, esa que les lleve a su nueva vida. Un deseo que tengo dormido, un deseo que espero algún día despierte.