Entuertos históricos malagueños

Es archiconocida, la frase que dice, que “quien tiene boca se equivoca”, y es verdad, en alguna ocasión todos metemos la pata, más o menos profusamente, pero lo peor no suele ser el que metamos la pata, sino que después no sepamos o no queramos sacarla.

Los anales de los pueblos, están llenos de gazapos, que un día saltaron a la palestra de la historia y que la ciudadanía los adoptó sin más, cambiando con ello, el verdadero origen de las cosas o los hechos.

A pesar de todo los “majaretas” de siempre, es decir, los que amamos a nuestra tierra, seguiremos advirtiendo sobre aquellos hechos que descubramos y que pensamos se podrían subsanar. Pero el “desfacer” entuertos históricos no es solo obligación de los que investigamos, esto es una obligación de todos los ciudadanos y ciudadanas, porque nuestra ciudad es nuestra casa y porque nuestra historia es el legado que nos dejaron nuestros padres al morir.

Diego Ceano