34 mujeres y un suspiro

Ellas son más que las que yo he relatado, pero algunas se han negado a sincerarse conmigo. No es fácil que una mujer abra su corazón a un hombre; parece que sí, pero siempre guarda algo que nunca cuenta, algo que solo es de ella y que nadie puede sacar de su interior. Así son ellas, capaces de matar y de morir, de callar y de gritar, de amar y de odiar, y de muchísimas cosas más que a un hombre se le escapan como el agua en una cesta de mimbre. ¡Ay, si yo las conociera, sería el dueño del mundo! Pero no fue un hombre el que narró los cuentos de las mil y una noches, no, fue una mujer, aunque el escritor fuera un hombre.

Treinta y tres mujeres y un suspiro, eso es lo que es. Si he conseguido enredaros con alguna de ellas, me siento satisfecho. Pero si no lo he logrado es que, no lo olvidéis, soy un hombre y no nos resulta fácil conseguirlo.

Moncho Borrajo